El epistolario de Jorge Luis Borges a Rafael Cansinos Assens

Las cartas que Borges dirigió a Cansinos Assens tienen un extraordinario interés dentro de su biografía y para la historia de la literatura hispanoamericana del s. XX. Por un lado, de todos es conocida la devoción del bonaerense por el sevillano, del que no se cansa de reiterar que fue su maestro, con una persistencia que transcurre desde que lo conoce, a los veinte años, durante su estancia en Madrid en 1919, hasta su fallecimiento en 1986 cuando era ya un escritor de renonocido prestigio internacional. Por otro lado, el contenido de las cartas pone de manifiesto la relación de Borges con las vanguardias y su papel como faro del Ultraísmo en Argentina.

En cuanto a Rafael Cansinos Assens (Sevilla, 1882-Madrid, 1964) cabe recordar que es uno de los escritores de referencia de la Edad de la Plata de las Letras y Ciencias Españolas. Llegado a Madrid en 1898, destacó como animador de las vanguardias y de la aventura ultraísta, al tiempo que hizo carrera como crítico literario, traductor, ensayista y autor de una obra propia que hay que enmarcar entre las más originales del siglo XX. Depurado después de la Guerra Civil Española bajo la acusación de ser judío, cayó como literato en un olvido total, aunque acrecentó su prestigio como traductor de grandes autores de la literatura universal: sus traducciones de Dostoyevsky, Goethe, Balzac, las Mil y una noches, el Korán, etc., siguen reeditándose. Escritor de minorías, la publicación de sus memorias, La novela de un literato, en 1982, hoy un clásico de la literatura memorial, marcó el inicio del interés de un público más amplio por su figura. Desde el año 2002 la Fundación que lleva su nombre sigue la tarea de recuperarlo para la historia de la literatura española y de difundir el valioso archivo documental que el escritor reunió durante su vida.

Datos descriptivos del epistolario

El epistolario se compone de 6 unidades documentales: 5 cartas manuscritas de una hoja cada una y 1 mecanoescrito de 2 hojas que es una carta-manifiesto de PROA, la publicación ultraísta que fundó y editó Jorge Luis Borges entre 1924 y 1926. Todas las unidades documentales están firmadas por Jorge Luis Borges. El manifiesto de PROA está además firmado por Brandan Caraffa, Ricardo Güiraldes y Pablo Rojas Paz. La Fundación desea reservarse para su propio archivo una de las unidades documentales, la de menor valor histórico y crematístico.

Las fechas de las cartas y del manifiesto van desde noviembre de 1921 hasta diciembre de 1925 y cubren toda la relación de Jorge Luis Borges con las vanguardias. Además de su valor literario es un material expositivo de primer orden que se puede acompañar con fotografías y con números de Prisma y Proa y otras publicaciones citadas por JLB en esta correspondencia.

El estado de conservación es excelente. Una carta tiene una ligera mancha de oxido de un clip antiguo. En algún caso hay minúsculas faltas en alguna esquina o borde. No existe pérdida de información en ningún documento.

Autenticidad del epistolario

Las siguientes personas pueden acreditar la autenticidad del epistolario: María Kodama, Juan Manuel Bonet, Marcos Ricardo Barnatán y Rafael Manuel Cansinos.